A mediodía de ayer, 15 de abril de 2020, comenzó a circular un audio, hecho el día anterior, en el cual una enfermera del Centro Médico La Paz, de Malabo, denunciaba la falta de oxígeno en el hospital de Sampaka, construido y donado por España a Guinea Ecuatorial. Según la sanitaria, la información se la había facilitado un médico de nombre Etienne. Pocas horas después, le respondió la alcaldesa de Malabo, María Coloma Edjang Mbengono, mediante otro audio, en el que la alcaldesa dice, entre otras muchas barbaridades, que “a pesar de que hay oxígeno en los hospitales de España y Estados Unidos, ¿por qué mueren ahí miles de personas por coronavirus?” Poco tiempo después, se supo que la enfermera en cuestión había sido detenida por orden del ministro de Sanidad, Salomón Nguema Owono.
Una vez detenida, la enfermera fue conducida al despacho del ministro Nguema Owono y este la sometió a una sesión de interrogatorio propio de un régimen como el de Guinea Ecuatorial. La enfermera, Nuria Obono Ndong Andeme, cuya identidad fue revelada por el propio ministro, declaró que el audio se sacó de contexto ya que era una conversación privada con una compañera suya quien, a su vez, lo envió a una tercera compañera que lo difundió sin su consentimiento.
Por su parte, Nguema Owono empieza diciendo “no soy político, sino técnico”, y que en el hospital de Sampaka hay oxigeno donado por una empresa americana que les garantizó el suministro diario de dicho durante la epidemia. Nguema Owono se enfada con la enfermera a la que acusa de informar a España y de haber mentido, y dice que no le gusta la mentira: “si usted me dice ahora que soy albino, me enfadaré porque no soy albino; pero si me dice que soy negro, no me enfadaré porque lo soy”. Nguema Owono le recrimina a la enfermera: “A usted la van a llevar ahora al hospital de Sampaka para meterle oxígeno en la boca para así hacerle ver que miente; usted va a comer ese oxígeno hoy. Una que vive a favor del Gobierno [gracias al Gobierno], empieza a hablar mal al gobierno”. Nguema Owono, fuera de sí, sigue increpando a la enfermera: “Lo que a mí me duele es que mientras nosotros trabajamos día y noche para salvar al pueblo de Guinea Ecuatorial, usted dice que no hacemos nada. Señora, no la llevo a la Policía, sino a los tribunales: usted me va a demostrar que no hay oxígeno en Sampaka, y yo le voy a demostrar que hay oxígeno en Sampaka, y así termina este asunto”. Acto seguido, el ministro ordena llamar a su abogado. La ira del ministro no se apaga: “En España mueren al día 523 enfermos y nadie habla nada de España, España es el mejor país del mundo. Pero en Guinea, donde aún no hemos tenido ni un muerto por coronavirus, sí que somos malos”. Nguema Owono suspira un poco y continúa con su particular inquisición: “Usted pensaba que no íbamos a saber tu voz? En tan solo cinco minutos hemos detectado que es Nuria, Nuria Obono Ndong Andem. Esto no termina así; estamos hartos de insultos a nuestras madres, a todos, que no sabemos hacer nada; vosotros sois los más inteligentes… Nosotros somos los más estúpidos, ¿por qué hemos pasado por la universidad? ¿Nuestros profesores eran nuestros amigos? Estáis hablando de nacionalidades, y yo no hablo de nacionalidades porque solo tengo la guineana y no tengo otra. Aquí ya no se puede comer ni andar, nos hablan mal día y noche, ¿a quién hemos matado? ¿No sabéis que nosotros también tenemos padres y madres? ¿No tenemos almas? ¿Por qué nos maltratáis de esta forma?”
Dicho y hecho: Nguema Owono fue al hospital de Sampaka, acompañado de las cámaras de televisión y de la enfermera que ya estaba detenida y grabaron las imágenes que se mostraron ayer en los telediarios. Mientras se redacta este comunicado, la enfermera Nuria Obono Ndong Andeme, tras comparecer ante el juez, en una especie de tribunal de la inquisición, ha sido enviada a prisión preventiva a Black Beach.
Ante este nuevo atropello y por el bochornoso espectáculo por parte del ministro de Sanidad en un momento en el que se supone que tiene muchísimo trabajo que hacer a diario, Convergencia para la Democracia Social hace las siguientes observaciones:
PRIMERA: La enfermera Nuria Obono Ndong Andeme, con la que CPDS se solidariza, no ha cometido ningún delito ya que ella misma manifiesta haber hecho el comentario de forma privada. Es decir, que no emitió sus afirmaciones con la intención de que terceras personas las escuchasen. Desde el punto de vista penal, el caso no tiene relevancia alguna, y cuando se convierte ahora en prioridad para la máxima autoridad sanitaria de un país bajo la amenaza del coronavirus, el significado es que el ministro prioriza la persecución política frente a la tarea de “salvar al pueblo de Guinea Ecuatorial”, como él mismo afirma en el audio. En un momento de zozobra mundial causado por el COVID-19, lo primero es centrar la atención y todos los esfuerzos en salvar vidas humanas.
SEGUNDA: Una vez más, CPDS se pregunta si únicamente tienen los miembros del Gobierno y poderosos del régimen, el derecho a llevar a la gente a la justicia por difamación. ¿A qué tribunales va a llevar Nguema Owono a la enfermera Obono Ndong, a los mismos que le negaron al Secretario General de CPDS, Andrés Esono Ondo, el mismo derecho cuando fue acusado falsamente de haber introducido un enfermo de ébola en Guinea Ecuatorial? Nguema Owono se hace la víctima y recuerda que él también tiene padre y madre. ¿Acaso los otros guineanos a los que ustedes persiguen, difaman y atropellan, no tienen padres y madres?
TERCERA: Es una falacia que un ministro diga que “no es político”. ¿Es que, por desgracia, Nguema Owono no sabe qué cargo ocupa y a qué se dedica? Esta afirmación es propia de los regímenes represivos, en los que se quiere hacer ver a la ciudadanía que la política es una actividad de malvados, mentalidad que causó la tragedia de los primeros once años de la Independencia.
CUARTA: Identificar, en “cinco minutos”, a Nuria Obono Ndong como la enfermera que hizo los comentarios del audio, demuestra que, en eso, precisamente, es Nguema Owono un experto, y no en salud pública. Vanagloriarse tanto de estudios universitarios es ya sospechoso: “Dime de qué presumes, y te diré de qué careces”, dice un refrán español.
QUINTA: Esta España, en la que “mueren al día 523 enfermos por coronavirus” como afirma Nguema Owono, es la misma España que ha donado, al pueblo ecuatoguineano, el moderno hospital de Sampaka, el mejor del país, este hospital al que el Gobierno espera que una empresa americana venga a dar oxígeno.
SEXTA: La difusión de noticias, muchas de ellas llamadas Fake News (como la información dada por el PDGE y Televisión Asonga asegurando que Severo Moto estaba grave por coronavirus), acerca de la gestión de los gobiernos ante el COVID-19, no es un caso particular de Guinea Ecuatorial. Como el ejecutivo de este país se fija mucho en lo que hacen otros en esta lucha, que mire también la actitud de otros gobiernos ante los bulos que se lanzan contra ellos. Si el señor Ministro lleva las dos luchas a la vez, perderá estrepitosamente las dos.
SÉPTIMA: CPDS recomienda a Nguema Owono luchar seriamente contra la pandemia para no saturar a su abogado de trabajo porque, a decirle la verdad, le llueven críticas por la ineficacia de su gestión. Cualquiera que sigue TVGE y TVAsonga, medios en los que se habla con miedo y reserva, en todas las entrevistas hechas a ciudadanos, puede constatar que la población está preocupada, desesperada y olvidada. En el sector agrícola, transportes, y servicios, todos los entrevistados subrayan la escasez de recursos y piden no morir antes de hambre que del coronavirus.
OCTAVA: CPDS reitera su solidaridad total con la enfermera Nuria Obono, y exige su inmediata liberación y reincorporación en su puesto de trabajo, porque una sanitaria, en estos momentos difíciles de pandemia, es más importante para el país que la rabieta de un ministro.
Malabo, 16 de abril de 2029
LA COMISIÓN EJECUTIVA NACIONAL