“África no está muriéndose, mi tierra no está agonizando, no importa lo que pretenden los agoreros para excluir a mi continente del «banquete universal» del bienestar. África está trabajando, avanzando, progresando según su ritmo y actuando según su propio estilo. África no ha dicho su última palabra. Los africanos y las africanas tenemos recursos ontológicos y antropológicos necesarios para el despegue de nuestro continente.
Se está produciendo también el advenimiento de una África pensante.
La hermenéutica africana sigue enriqueciéndose con su historia, donde la tradición y la modernidad se confrontan y se impregnan mutuamente. Los cristianos y las cristianas de África no queremos que nuestra Iglesia sea cómplice ni colaboradora de los verdugos (blancos o negros) del pueblo africano.
Tampoco queremos un cristianismo ”opio del pueblo africano», queremos que nuestra Iglesia asuma su función noble de liberar la energía interior del africano«.
CYPRIEN MELIBI, teólogo, sacerdote y escritor camerunés