El primer ministro designado por la junta militar de Gabón, Raymond Ndong Sima, ha afirmado que el derrocado presidente, Ali Bongo, podría ser juzgado por presunta corrupción y ha confirmado que continúa en su residencia en la capital, Libreville, tras ser depuesto el 30 de agosto en un golpe de Estado.
Ndong Sima, quien fue nombrado en el cargo la semana pasada por el ahora presidente de transición, Brice Oligui Nguema, ha manifestado que el Comité para la Transición y la Restitución de las Instituciones (CTRI) -nombre oficial de la junta- «ha indicado claramente que tiene la intención de juzgar a todas las personas implicadas en casos de corrupción o blanqueo».
«Creo que sí (debe ser juzgado)», ha manifestado en una entrevista concedida a la cadena de televisión británica BBC, en la que ha resaltado que Bongo «ha decidido no irse» del país por ahora. «Cuando decida irse, lo diremos, pero hasta ahora no ha adoptado esa decisión. No tiene planes de irse por ahora, creo que esperará un poco. Probablemente está interesado en lo que pase», ha argumentado.
Ex-primer ministro al mando
Asimismo, ha defendido su capacidad para encabezar el nuevo Gobierno de transición de cara a la celebración de elecciones y el retorno del poder a los civiles y ha resaltado que la población gabonesa «ha visto» su trabajo «en otras ocasiones».
Por otra parte, ha destacado que las nuevas autoridades mantendrán las relaciones diplomáticas con Francia, si bien ha sostenido que «eso no impide buscar relaciones estrechas con otros», al tiempo que ha apostado por trabajar para reducir la pobreza y mejorar la situación de la población gabonesa.
«Tenemos relaciones de larga data con Francia que tiene áreas de inversión muy importante en nuestro país y, sin importar lo que pase, vamos a mantener las relaciones con ellos, ya que los inversores franceses que están aquí en el sector minero, petrolero, justifican que mantengamos estas relaciones cercanas con ellos», ha indicado.
«Eso no nos impide buscar otras relaciones estrechas con otros, pero con Francia son más fuertes, ya que es el país que nos colonizó y con el que las relaciones son mucho más antiguas, así que es lógico que sean relaciones más fuertes», ha destacado Ndong Sima.
El primer ministro de transición ha aseverado que «para crear riqueza y explorar los campos de petróleo, es necesario tener inversores», si bien ha reconocido que estos «son extranjeros». «Cuando invierten dinero, los propietarios del capital se apropian del beneficio», ha puntualizado.
Mejoras públicas
«El principal objetivo que debemos tener para mejorar el espacio público es mejorar de forma considerable las infraestructuras públicas, que son las que permiten distribuir la riqueza», ha señalado. «Cuando todo el mundo tenga posibilidad de acceder al agua, la electricidad, las escuelas y los hospitales, nos beneficiaremos indirectamente de los beneficios de la explotación de los recursos naturales», ha zanjado.
El golpe de Estado tuvo lugar horas después del anuncio oficial de la victoria de Bongo en las elecciones de agosto, en medio de denuncias de fraude. Los sublevados, encabezados por Oligui Nguema -entonces jefe de la Guardia Republicana y primo de Bongo-, disolvieron las instituciones y ordenaron poner al mandatario bajo arresto domiciliario, si bien días después garantizaron que tiene «libertad de movimiento».
Todas las victorias electorales de Bongo, que ascendió al poder tras la muerte de su padre, Omar Bongo -quien lideró el país entre 1967 y 2009-, han estado marcadas por denuncias de fraude por parte de la oposición. De hecho, Jean Ping se negó a reconocer su victoria en 2016 tras quedar en segundo lugar con una diferencia de menos de 5.000 votos.
El ahora expresidente sufrió un infarto cerebral en 2018 que le apartó durante casi un año de la esfera pública, si bien declinó apartarse. Apenas unos meses después, en enero de 2019, un grupo de militares protagonizó una asonada que fue desarticulada por las autoridades.

¿Quien es Ndong Sima?
El presidente de la transición en Gabón, el general Brice Oligui Nguema, nombró el jueves 7 de septiembre primer ministro de la transición a Raymond Ndong Sima, economista y virulento opositor al presidente Alí Bongo, derrocado por los militares hace una semana, según un decreto leído en la televisión estatal.
Raymond Ndong Sima, de 68 años, fue primer ministro de Ali Bongo de 2012 a 2014, pero se distanció del gobierno, al que acusaba regularmente de mala administración, e incluso se presentó como candidato contra el jefe del Estado en las elecciones presidenciales de 2016 y 2023.
Para estos últimos comicios, se retiró en el último momento en favor de un candidato compartido por los principales movimientos y partidos de la oposición.
Gobierno de transición
El general Oligui Nguema, que dirigió el golpe de Estado del 30 de agosto contra Ali Bongo, que acababa de proclamarse reelegido en unas elecciones «fraudulentas», según los militares, juró el lunes su cargo como presidente de un periodo de transición, cuya duración no ha fijado, y al término del cual prometió «elecciones libres».
El lunes también anunció la formación de un gobierno de transición integrado por personalidades de todos los partidos políticos. A continuación se redactaría una nueva Constitución con representantes de «todas las fuerzas vivas de la nación» que se sometería a referendo y sería «más respetuosa con la democracia y los derechos humanos».
Pocos minutos después del anuncio de su nombramiento, Raymond Ndong Sima declaró a la AFP que esperaba presentar una propuesta de gobierno de transición al general Oligui «en un plazo de tres o cuatro días».
«Que todas las familias políticas estén representadas»
«Me han dado una hoja de ruta, y voy a intentar trabajar en línea con lo que han decidido los militares» para que «podamos volver a poner en orden todas las instituciones, y en particular todo lo que tiene que ver con las elecciones», explicó por teléfono el nuevo primer ministro de la transición.
«Quiero consultar ampliamente» y «sin prisas» para «garantizar que las personas de todas las familias políticas estén representadas» en el gobierno, concluyó.
Raymond Ndong Sima nació en la provincia de Woleu-Ntem, cuna de la etnia fang, mayoritaria en Gabón y uno de los bastiones históricos de la oposición a la familia Bongo, y es licenciado en econometría por la Universidad de París-Dauphine de París.
El miércoles, anunció su retirada de la principal plataforma de la antigua oposición, Alternancia 2023, de la que era una de las principales figuras junto a otros cinco candidatos presidenciales declarados, señalando «una situación confusa desde hace varios días».
Cinco de los seis líderes de Alternancia 2023, incluido él mismo, se habían unido ostensiblemente al nuevo gobierno militar, mientras que la postura del último, el candidato presidencial conjunto de Alternancia 2023, Albert Ondo Ossa, no estaba claramente expresada. Un miembro de esa coalición era detenido en la frontera entre Gabón y Guinea cuando intentaba llegar a Malabo con un mensaje del candidato Ondo Osa. Posteriormente se detuvo un coche que, procedente de Akurenam (Guinea Ecuatoria) llevaba en el maletero un cargamento de armas, fusiles AK-47, un incidente extraño que está siendo investigado por las autoridades gabonesas y que el vicepresidente guineano, Teodorín, se ha desmarcado prometiendo castigar a los culpables guineanos.
La detención del obispo Mike Jocktane en la frontera de Mongomo, rumbo a Malabo y las armas encontradas en un vehículo procedente de Guinea Ecuatorial, han creado una confusión enorme en la coalición que se formó para elegir a Ondo Osa candidato único de la oposición, al tiempo que tensa las relaciones entre la dictadura de Guinea y las nuevas autoridades gabonesas.
El lunes dia 4, Raymond Ndong Sima ya había declarado a la agencia France Press la necesidad de «discutir con los militares», recomendando sin embargo que la transición no superase «los 24 meses». En aquel momento, se declaró «interesado por las próximas elecciones presidenciales», en las que «los militares no deben participar».
El martes 5 de septiembre, el general Oligui Nguema anunció que Ali Bongo, hasta entonces bajo arresto domiciliario en Libreville, era «libre de moverse» y, «dado su estado de salud», tenía libertad incluso de «viajar al extranjero» para someterse a revisiones médicas. El depuesto jefe de Estado sufrió un grave derrame cerebral en 2018, que le ha dejado secuelas físicas.
El golpe fue llevado a cabo sin derramamiento de sangre por militares golpistas unidos tras el general Oligui y los jefes de todos los cuerpos del Ejército y la Policía. Rápidamente se ganaron el apoyo de casi todos los antiguos partidos de la oposición y de una parte de la otrora mayoría, así como una avalancha masiva de apoyo de la población, que les agradeció haberles «liberado» de 55 años de la «dinastía Bongo» en el poder.