Sobre las extrañas maniobras del ex-presidente de la Corte Suprema de Justicia, Juan Carlos Ondo Angué

Prof. Celestino Okenve Ndo

Os invito a leer la entrevista a Juan carlos Ondo Angue realizada en el periódico publico.es el 25 de marzo de este 2024.

Este es el enlace de la entrevista:

https://www.publico.es/internacional/juan-carlos-ondo-lider-oposicion-guinea-ecuatorial-regimen-cumple-amenazas-muerte-hay-antecedentes.html

Fíjense lo que dice en una de las respuestas. Para él, Carmelo Ovono Obiang, alias Didi, principal secuestrador, ha pagado al abogado defensor con su propio dinero porque para Juan Carlos, Didi es un empresario (decente se supone). Mientras que Candido Nsue Okomo, Tahata,  y Teodorin, en Paris, son y fueron defendidos con dinero del Estado, dice.

Pero todos sabemos que los tres imputados por el secuestro de Juba, Didi, Papi Isaac y Niko, ahora en busca internacional por la justicia española, son defendidos por un abogado pagado por el Estado guineano.

Fíjense especialmente en la pregunta siguiente de la entrevista:

Pregunta: ¿Cree que en España su defensa también se paga con dinero robado?

Respuesta: Yo no afirmaría que Carmelo haya pagado a ningún abogado con dinero del Estado, porque él también es empresario. Pero de Teodorín sí lo afirmaría. En España, sí hemos tenido noticias de que una fianza judicial de Cándido Nsue Okomo, cuñado del presidente Teodoro Obiang, en el marco del caso Villarejo, se ha pagado a través de una transferencia del tesoro público de Guinea.

 ¿Qué le une Juan Carlos a Didi para que le exonere y le considere un empresario honesto que paga sus gastos judiciales? Todos sabemos en Guinea quién es Didi, el hijo de Obiang enviado a israel para ser entrenado en artes criminales para defender a su padre, como el secuestro, la tortura y el asesinato.

En la entrevista fíjense, entre otras cosas, en las explicaciones que da por el incidente grave de las relaciones sexuales que mantuvo con una chica en un hotel de París, grabadas por un agente de la dictadura. Ahí, en el fragor sexual, le cuenta a la chica sus planes para tomar el poder tras ser ungido con una financiación. Hasta la fecha, ningún opositor guineano había caído tan bajo.

Muchas preguntas habría que hacer al autodenominado líder de la oposición. Por ejemplo: El secuestro de Juba se hizo cuando Juan Carlos estaba todavía en Guinea y tuvo información de ese secuestro. Al conocer sobre este hecho, debía actuar de oficio (es decir, sin necesidad de denuncia previa) para que la justicia guineana investigara este secuestro realizado parcialmente en Guinea con autores guineanos, un delito tipificado por las leyes penales guineanas. Pero no hizo nada y ahora dice estar perseguido y ser líder de la oposición, sin que haya militado en ningún partido u organización de la oposición ni se hubiera sacrificado por el pueblo guineano en su larga trayectoria al servicio de la dictadura. Nunca arriesgó su puesto, en interés de la justicia, si excluimos su disenso tibio cuando la policía controlada por Teodorín asesinó mediante torturas al magistrado José Esono Ndong detenido en la comisaría en julio de 2018. Este asesinato debía haberse gestionado por la justicia guineano abriendo causa contra los torturadores, pero Juan Carlos tampoco hizo nada para que la justicia guineana actuara. Era entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia y segunda autoridad del Consejo del Poder Judicial. En lugar de ello, participó en la condena de miembros del partido CI en mayo de 2018.

https://www.guineaecuatorialpress.com/noticias/la_corte_suprema_de_justicia_dicta_la_sentencia_definitiva_contra_los_militantes_del_ci

Todo lo que ha hecho Juan Carlos como «opositor» es el extraño montaje llamado nexos, acompañado por el gran conspirador Oumar Adebayo, un beninés que pretende dirigir la política guineana.

Juan Carlos habla del secuestro de Juba como si hubiera participado en los trabajos que dieron nacimiento al proceso penal y a la investigación. Se arroga un protagonismo que no tiene, todo forzado para convencer al clan de que es la persona idónea para dirigir Guinea y salvar el enormísimo patrimonio acumulado por el clan en 40 años.

 El testimonio de Juan Carlos asegurando en la Audiencia Nacional de que no existe la justicia en Guinea, cosa cierta y que no demanda grandes investigaciones tras decenas de años de violaciones graves de los Derechos Humanos recogidas en numerosos informes, es al mismo tiempo una afirmación que le condena ante la justicia guineana, pues era el responsable de esa justicia guineana al menos en los últimos años. Y esa justicia puede funcionar de verdad el día de mañana. Salvo que el clan de Mongomo ocupe el poder por la fuerza e instaure una dictadura encabezada por él. Esta situación grave, caso de darse, sería el resultado de la traición al pueblo de los que acompañan ahora a Juan Carlos Ondo Angue en su proyecto extraño. Este testimonio no le hace a Juan Carlos, como él afirma, ser testigo principal de la causa. Sin él, ya existen muchísimas evidencias directas y poderosas que hacen de los tres reos, presuntos culpables de delitos graves como el secuestro y las torturas.

Los trabajos que dieron origen al proceso penal que se lleva en la Audiencia Nacional y que han producido muchos efectos positivos hasta llegar por ahora a la orden de busca y captura, se iniciaron en mi casa, a donde invité a finales del mes de enero de 2020 a título individual y no por adscripción a ninguna organización, a las siguientes personas: Luis Akogo, Ruben Clemente Engonga, Alfredo Okenve y Oumar Adebayo.

 Como los familiares de los dos secuestrados españoles se negaron en principio a dar poderes al abogado para iniciar la querella, tuvimos que utilizar a la asociación MLG IIIR, afortunadamente creada y registrada en Madrid un año antes por 3 de los secuestrados y otras personas, para que su vicepresidente, residente en Madrid, diera poderes al letrado y así interponer querella criminal como acusación popular. Si los familiares hubieran otorgado esos poderes, no aparecería el nombre de MLG como querellante. Otra vez, faltando a la verdad, algunos de MLG se arrogan un protagonismo que no tuvieron. El protagonismo principal, aparte del letrado, es de ese equipo de cinco personas que he mencionado, que durante 3 años trabajamos en silencio con eficacia. Y desde luego el protagonismo es de gente del interior del país que arriesgando sus vidas aportaron evidencias decisivas, sin saber que seríamos traicionados por Oumar Adebayo (que se considera de Mongomo) que se aliaría con Juan Carlos Ondo para montar el extraño proyecto que pretende sentar en la silla presidencial al ex-presidente de la Corte Suprema de Justicia guineana, usando el secuestro de Juba como acontecimiento que le legitima como «líder» de la oposición. 

A ese trabajo inicial del equipo del secuestro de Juba, se unieron muchos guineanos que acudían a las manifestaciones en la Embajada, en la Audiencia Nacional, en la plaza de España y en las Cortes españolas. Ellos también fueron protagonistas y, por extensión, también fueron protagonistas los guineanos que desde lejos se unieron con sus deseos para que el proceso judicial diera buen resultado. Es llamativo el hecho de que en ninguna de esas manifestaciones estuvo Juan Carlos Ondo Angue, el «líder de la oposición». Solo este detalle importante le deslegitima como opositor, no digamos como líder.

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