Declaración Conjunta del Partido del Progreso, Ciudadanos por la Innovación y Unión Popular.
El día 5 de julio de este 2024, el dictador Obiang Nguema Mbasogo emitió un decreto, el 52/2024, con motivo de la celebración de su natalicio del 5 de junio, por el que indultaba a “algunos condenados”.
De momento es ya extraño que se celebre su fiesta del 5 de junio, un mes más tarde, el día 5 de julio, como dando a entender de que el dictador puede hasta modificar las fechas del calendario o las fechas de su cumpleaños, por lo poderoso que es.
Del total de veinte indultados, dieciséis fueron ciudadanos chadianos y los cuatro restantes son los guineanos siguientes:
- Pablo Angüe Nkono Mbasogo,
- Emilio Ndong Mangue,
- Luís Nzo Ondo Mangue,
- Rubén Mayé Nsue Mangue.
Los partidos políticos de oposición a la dictadura, a propósito de estos indultos, queremos manifestar lo siguiente:
1.-El dictador ignora que existe una Ley del Indulto, que data de 1870, a la que debe someterse por ser la que estaba vigente el 12 de octubre de 1968, no habiéndose aprobado otra en Guinea desde entonces. Esa ignorancia hace que el decreto contenga elementos al margen de la Ley, como decretar la extinción definitiva de la responsabilidad penal solo cuando hayan transcurridos 3 años desde la fecha del decreto, una extinción de responsabilidad penal condicional al margen de la Ley de Indultos. En todo caso esta condicionalidad solo se aplicará a los cuatro guineanos, porque muy probablemente los chadianos abandonarán Guinea a la mayor brevedad posible.
2.- Las cárceles de Guinea están abarrotadas de presos políticos, muchos de los cuales sufren cárcel sin condena ni proceso penal abierto por un juez. Se calcula que hay al menos mil presos, entre presos comunes, presos políticos y jóvenes que fueron detenidos sin que mediara intervención judicial alguna. Aparte de los cuatro guineanos indultados, siguen en cárceles y lugares desconocidos, Salvador Bibang del partido PP, Anacleto Edjo, de la ejecutiva de CI, Angel Ekong, de la ejecutiva de CI, Gabriel Nze Obiang, presidente de CI, Aniceto Nve, abogado defensor de CI, Anacleto Micha, líder activista de la sociedad civil Guinea es Nuestra y un número indeterminado que ronda los 400 de presos políticos.
Como hemos exigido en numerosas ocasiones, deben ser excarcelados todos aquellos que no hayan sido condenados con sentencia firme. Y también deben ser excarcelados mediante indultos, todos los presos políticos y de conciencia, así como los quinientos jóvenes detenidos preventivamente hace más de 18 meses, sospechosos de formar parte de bandas criminales. Para nosotros, no hay paz mientras los presos políticos permanecen en las cárceles.
El dia 12 de julio de este año 2024, el dictador Obiang Nguema Mbasogo reunió en su palacio a varios de los suyos que han ocupado en el pasado puestos importantes. En el discurso, cuyo video circuló por las redes sociales, les dijo textualmente:
“Os he reunido para analizar esta situación que urge en el país. Pero no he podido completar el número que corresponde en la constitución. Solo he querido designar una comisión que va a ocupar las funciones del Consejo Nacional para el Desarrollo Económico del País, a fin de que trabaje urgentemente cerca del presidente y del gobierno para dar orientaciones de cómo se puede implementar la economía en estos momentos. Los ingresos provenientes del petróleo servirán para el desarrollo del país y los ingresos fiscales para hacer funcionar la administración. Creo que esa regla ha dado un impacto muy positivo, hay desarrollo en todo los rincones del país. Se ha estado utilizando racionalmente los ingresos del petróleo, sin embargo los ingresos fiscales, a pesar de que en el pasado hacíamos frente a las nóminas pero ahora estamos entrando en una fase de crisis, que puede dar lugar a que el gobierno sea insolvente. Hasta el extremo de no poder pagar los salarios de los funcionarios. Esto sí que pronostica una crisis social, una crisis que puede dar lugar al descontento general de la población. Este país ya tiene suficientes fuentes de economía para resolver los problemas que tenemos para impulsar el desarrollo del país. Qué pasa, como el gobierno utiliza parte de los recursos y otra parte está siendo perdida por la corrupción. La gente está distribuyendo los recursos de una manera irresponsable y no hay nadie que lo denuncie”.
Ante este discurso que de forma global puede ser catalogado como afrenta continuada a la razón y a la verdad, los partidos que suscribimos este comunicado, queremos expresar lo siguiente:
El órgano que crea de la nada, una Comisión sin nombre y sin sujeción al Derecho Administrativo, pretende que sea una sustitución del verdadero Consejo Nacional para el Desarrollo Económico y Social. Este Consejo Nacional está contemplado en el capítulo VIII de la actual constitución en sus artículos 113 y 114, donde define que el “El Consejo Nacional para el Desarrollo Económico y Social, es el órgano técnico-consultivo sobre los planes y programas económicos y sociales, así como toda disposición legislativa o reglamentaria con carácter fiscal; puede asimismo proceder en base a una economía de mercado, al análisis de los problemas de desarrollo de Guinea Ecuatorial” También especifica que se compone de 30 miembros y tanto su organización como las normas de su funcionamiento serán fijadas por la Ley.
Existe, en efecto, una Ley orgánica, la número 3/2012 de 16 de noviembre, por la que se regula el Consejo Nacional para el Desarrollo Económico y Social de Guinea Ecuatorial. Algo poco usual porque la dictadura no suele desarrollar por ley los temas que la constitución mandata que sean desarrollados más extensamente en una ley específica. En esta ley se contemplan los objetivos, la definición y naturaleza, la composición, los órganos, etc. del Consejo. Esa Ley establece que el Consejo Nacional para el Desarrollo está compuesto por un Presidente, dos vicepresidentes y veintisiete miembros, es decir, treinta miembros, a los que se une un Secretario General que no tiene la condición de miembro sino de asistente técnico.
Pues bien. Por un lado el Consejo Nacional para el Desarrollo es un órgano que debía existir desde que la constitución contempló su existencia como órgano del Estado, en 2011 o desde noviembre de 2016 en que se aprobó la Ley que aborda este ente. Sin embargo nunca ha existido. Y no ha podido existir toda vez que sus treinta miembros son nombrados por el Presidente de le República y el dictador nunca se dignó nombrarlos. Lo que ha hecho el dictador en esta reunión del 12 de julio, es crear de palabra, sin BOE, una comisión ad-hoc sin nombre, ni misión, ni organización ni adscripción administrativa, que el dictador pretende que sea un emulador del verdadero Consejo Nacional para el Desarrollo Económico y Social solo para que RESUELVA LA CRISIS ECONOMICA Y FINANCIERA DEL ESTADO, o sea, para que el Estado guineano, que es lo mismo que decir Obiang, no entre en bancarrota, o, lo que es lo mismo, les encarga a los miembros de la comisión ad-hoc que salven su régimen de un levantamiento popular. Lo que es evidente, por otra parte es que la comisión estará formada por los mismos individuos a quienes ha permitido robar, por decenios, los recursos del Estado. Esta medida es comparable a poner al zorro a cuidar el gallinero. La Comisión que ha creado no es legal, es anticonstitucional. Se debe crear el verdadero Consejo Nacional como dice la constitución y la ley que lo desarrolla.
En esta declaración, acusa a su propia administración de corrupta, afirmando que muchos de sus miembros roban al Estado. Este acto de cinismo es imperdonable, ya que Obiang y su familia han manejado el Estado como una finca particular. La corrupción de la familia Obiang es bien conocida por todos. Teodoro Obiang es uno de los gobernantes más ricos del mundo, pese a dirigir un país con menos de un millón de habitantes cuyas rentas no superan de media un dólar al día. Su hijo, Teodorín, es el más corrupto de todos los hijos de dictadores.
Es un sarcasmo que el gobierno, que ha dilapidado recursos petroleros estimados en cerca de doscientos mil millones de dólares, se queje ahora hipócritamente de la crisis económica que padece Guinea Ecuatorial, cuando ellos mismos son los únicos causantes. Cuando en su discurso alaba una norma de dudosa eficacia que dice que los ingresos derivados del petróleo se deben usar para el desarrollo y los no petrolíferos deben servir para los gastos corrientes, o sea para financiar el funcionamiento de la Administración, está preconizando de nuevo la apabullante corrupción. En efecto, con los ingresos petrolíferos se han hecho en el pasado enormes gastos en inversiones NO PRODUCTIVAS apadrinadas por el dictador que han servido para que su equipo desviara los fondos de Estado a sus bolsillos, usando varios mecanismos delictivos como inflar los costes, crear empresas fantasmas, alinearse con testaferros extranjeros que eran dueños de empresas que realizaban obras de dudosa productividad o montando empresas subcontratistas de empresas del Estado que perdían dinero sistemáticamente.
La creación de esta comisión es una huida hacia adelante. Ha llegado ya a su propio precipicio. Ante esta visión, Obiang admite al fin que Guinea Ecuatorial enfrenta una situación urgente antes de suspender el pago de la nómina a los funcionarios del Estado. Reconoce que vienen tiempos muy malos y que su gobierno ha entrado en quiebra técnica económica debido a la extraordinaria corrupción sistémica que él mismo instauró hace 45 años.
Atribuir a otros la grave crisis que azota al país es una gran desfachatez. Habla como si no fuera el principal culpable de la situación, echando la culpa a todos excepto a sí mismo. Se cree que nombrando una comisión económica se hará el milagro de devolver todo el dinero que él y su familia han robado y que tienen en paraísos fiscales o en sus casas. La comisión creada, en caso de fracaso del objetivo de reflotar el Estado, un fracaso anunciado, será la culpable de ello y no el propio dictador, el pagador del Estado. Esto es lo que Obiang pretende presentar a la opinión guineana, para después cebarse sobre los componentes de la comisión, muchos de los cuales se oponen a la entronización de su hijo al poder.
La patética comparecencia del dictador sobre la crisis económica es una clara muestra de reconocimiento de su fracaso, sin paliativos, como presidente de la República, como ciudadano y vecino de los guineanos y como padre de familia. Se merece una nota de suspenso.
La única salida que debe abordar Obiang es clara: pedir perdón a los guineanos, liberar sin falsos indultos a todos los presos políticos, firmar un decreto ley para la transición política en Guinea Ecuatorial y ponerlo en marcha con un gobierno pactado de unidad. Este será el único servicio decente en toda su tiranía de 45 años para nuestro castigado pueblo, por su cruel e inhumana dictadura.
13 de Julio de 2024
Firmado:
Armengol Engonga Ondo Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial (PPGE)
María Jesús Mené Bopaboté Secretaria General de Ciudadanos por la Innovación (CI)
Celestino Nvo Okenve Ndo Presidente de Unión Popular (UP)