Por José Eugenio Nsue

España es una de las metrópolis, si no la más, que se ha desentendido totalmente de sus ex colonias; es una realidad; una de las potencias occidentales, si no la más, donde la integración es más bien nominal, nada real; es un hecho.

Mientras que en el resto de los países occidentales (EEUU, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá, Bélgica, Portugal, etc, etc), se ve con naturalidad a negros por ejemplo pilotando aviones, trenes, metros; haciendo de guardaespaldas de los jefes de Estado o dirigiendo batallones como Generales del ejército; ejerciendo de Magistrados o Jueces en los altos tribunales, médicos, abogados, o impartiendo clases como catedráticos y profesores en las mejores universidades e institutos; presentando telediarios en los mejores canales de radio y televisión públicos o privados; jugando en las selecciones de fútbol para defender los colores y los himnos de sus respectivos países; o participando como Ministros, Secretarios Generales, diputados o senadores en los consejos de ministros o en las asambleas nacionales; en cambio en España sigue siendo una novedad ver a un negro ejerciendo de médico, enfermero, diputado, catedrático universitario o profesor; una quimera ver a un negro de Ministro, Secretario General de un ministerio, Magistrado, Juez o piloto de avión, a pesar de que desde el s. XV, dicen que descubrieron América y colonizaron a muchos países con negros entre otras muchas razas. Hasta en el imaginario colectivo del español se sigue cuestionando la valía de un negro en el desempeño de su profesión sacada en las mismas universidades españolas, muchas veces con excelentes expedientes académicos, simplemente por su color de la piel.

En el caso de las relaciones entre España y Guinea Ecuatorial es más llamativo y desconcertante; después de la independencia, España (su Gobierno), se desentendió totalmente de su hasta hacía nada era una provincia, autonomía más; la declararon materia reservada y decretaron un apagón informativo sobre todo cuanto ahí pasaba. Guinea Ecuatorial dejó de existir para los españoles, aunque tampoco favoreció la actitud beligerante y desafiante del Presidente electo contra el imperialismo y los colonos españoles; un silencio que duraría prácticamente hasta los años 80, llegada de la democracia en España. En definitiva, a pesar de algunos proyectos de cooperación y ayudas humanitarias de España a Guinea, igual o menos que con muchos otros países africanos; lo cierto es que ni los guineanos nos hemos sentido el calor, la acogida y el afecto de España por los vínculos históricos que nos unen, ni las instituciones españolas, el Gobierno sobre todo, hacen lo suficiente para proteger y defender a los guineanos al igual que lo hacen, o intentan hacer con Latinoamérica como lo hacen los otros países colonos con sus ex colonias (Francia, Inglaterra, Bélgica, Portugal…); esto es un hecho.

Hablando de la promoción cultural, cuando las metrópolis apoyan y promocionan a los escritores y artistas de sus ex colonias, razón por la cual muchos han conseguido éxitos internacionales ganando premios literarios prestigiosos: Wole Soyinka, nigeriano (Premio Nobel de Literatura en 1986); Paulina Chiziane, mozambiqueña (Premio Canôes, 2021); Abdulrazak Gurnach, tanzaniano (Premio Nobel de Literatura, 2021); Boubacar Boris Diop, senegalés (Premio Neustadt, 2021); Mohamed Mbougar Sarr, senegalés (Premio Goncourt); Damon Galgut, sudafricano (Premio Booker), etc; o sea que los escritores africanos de habla anglófona, francófona y lusófona son reconocidos y premiados internacionalmente porque los patrocinan sus metrópolis y son apoyados por sus respectivos gobiernos e instituciones culturales de sus países; entonces, ¿qué hace España con su única colonia de África negra?: ponerse de perfil como es su política exterior en todas las demás materias. Para no molestar al Gobierno cleptocrático y dictatorial del rey Obiang y para garantizar los oscuros negocios de sus exdirigentes y demás miembros de los gobiernos de izquierda y derecha (Zapatero, José Bono, Gustavo Arístegui, Miguel Ángel Moratinos, José Manuel Soria, José Luis Ábalos, Comisario Villarejo, etc, ect), España no quiere ni apoyar a la oposición contra la dictadura, ni condenarla, ni tampoco patrocinar y promocionar a aquellos guineanos como Donato Ndongo – Biyogo, que se esmeran en llevar a lo más alto la lengua y literatura españolas en África.

Hoy por hoy, hablar de Donato Ndongo – Biyogo es hablar de un guineoecuatoriano orgulloso de serlo; nunca ha querido cambiar o compartir nacionalidades a pesar de las muchas tentaciones y vicisitudes que le inducían a solicitar la doble nacionalidad y a pesar de su larga estancia en España; es hablar del máximo representante de las letras (literatura) guineanas de todos los tiempos de nuestro país, y es el intelectual guineano más conocido de todo el mundo por los innumerables libros publicados, las conferencias pronunciadas por todo el mundo: Estados Unidos (Washington, Nueva York, Harvard, Baltimore, Misouri, Misuri…), Méjico, Colombia, Argentina, Chile, Brasil, Puerto Rico; en África, además de la Guinea Ecuatorial: Costa de Marfil, Gabón, Mozambique; en Europa, a parte de España donde ha dado conferencias en todas sus Provincias, también ha estado en: Portugal, Francia, Italia, Alemania, Austria, Polonia y en Noruega; ha impartido clases en las universidades de Murcia, España y en Misuri, Estados Unidos; dirigido las revistas: África 2000 y el Patio (Malabo), Cuadernos (Centro de Estudios Africanos, Murcia), Palabras (on line, Madrid); colaborador de múltiples medios de comunicación: Revistas Historias 16, La Aventura de la historia, El Mundo Negro, Actualidad Económica, Información Comercial Española, Nueva Empresa, Sábado Gráfico, Claves, Política Exterior, Economía Exterior (Madrid) y Destino (Barcelona); también en los diarios: ABC, El País, El Imperial (Madrid), La Vanguardia (Barcelona). En la radio, ha sido comentarista sobre los asuntos africanos en la Radio Exterior de España y en la COPE… Donato Ndongo – Biyogo es un intelectual íntegro que nunca ha traicionado sus principios ni se ha dejado manipular por nadie ni bajo nada; es un luchador incansable contra las injusticias y contra las dictaduras; es el principal divulgador de la lengua española en África.

Nominarle para el Premio Princesa de Asturias de las Letras y apoyado por la Casa África, es de alguna forma una manera de reparar un error histórico de España y debería llenar de orgullo al pueblo de Guinea Ecuatorial y a todos los guineanos de bien por tener por primera vez en la historia a un puro y verdadero hijo nominado para un premio tan prestigioso e internacional; y debería ser apoyado por el Ministerio de la cultura, de la Educación y Ciencias y por una Institución como la AEGLE (Academia Ecuato Guineana de la Lengua Española), en vez de hacer el ridículo de nombrar a una auxiliar de maestra que nunca dió clases a preescolares durante cinco años Miembro Honorífico de la Academia de lengua, solo por ser esposa del rey y por dirigir una fundación que va construyendo escuelas, dicen; sin embargo no ha recibido felicitación ni apoyos por parte del Gobierno guineano, ni por parte de ninguna institución del país, ni siquiera por la embajada de Guinea en el Reino de España; tampoco ha sido noticia de portada en los medios de (in)comunicación estatales del PDGE, simplemente porque no es de los suyos (sectarismo patológico).

No sabemos si será ganador del premio pero, de alguna forma ya lo es porque como casi siempre ha vuelto a ser el primero: el primero en publicar una Antología de la Literatura guineana, el primer guineano en dar una conferencia en la universidad de Harvard, el primer negro en dirigir un Colegio Mayor universitario y ser Subdirector de un Centro Cultural español en Guinea sin ser de esa nacionalidad, primero en ser Director de la Agencia EFE en África Central; se han publicado más de 40 tesis doctorales sobre su obra en todo el mundo; ahora también ha sido el primer guineano en ser nominado al Premio Princesa de Asturias de las Letras 2022.

Mi Presente, ya que estamos, a por ello. Que la suerte le acompañe y nos acompañe a todos los guineanos para poder celebrar no las clasificaciones, sino las victorias finales. Guinea Ecuatorial lo necesita y también lo necesitan aquellos que se esfuerzan y trabajan día tras día. Donato Ndongo – Biyogo es además un trabajador incansable.

Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?

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2 comentarios en «Nunca es tarde, el escritor guineoecuatoriano , Donato Ndongo Biyogo, nominado para el premio Princesa de Asturias de las Letras 2022»
  1. Crea un sentido de tristeza y frustración querer que nuestro ilustre intelectual sea reconocido sus meritos en una institución Español, que no nos representa y no vela por los intereses Guineanos. Sin embargo esta pretención se convierte de hecho en una prueba de solidaridad no tanto de los españoles o de instituciones españolas, sino de los guineanos, para que demuestren cuanto ellos son en grado de defender lo digno, lo noble y lo pretigioso que tienen. Hemos aprendido por demasiado tiempo a elogiar lo ajeno, a admirar lo exptranjero, y España quiso que asimilaramos esta lección; enseñó a despreciar lo nuestro por ser nuestro, de color negro. Por eso hemos asimilado la envidia, los recelos y el autodestrucción entre nosostros. La condidatura de Donato pueder ser en este caso una ocasión para empezar a superar el complejo de inferioridad ante lo europeo y a aprendernos a considerarnos iguales y capacidados en todos los dominios del saber, y en la dedicación a lo que es noble, virtud y útil en modo desinteresado. A lo mejor no sea importante que Donato gane el premio, lo importante es que ganemos la confianza en nosotros mismos y en esto Donato representa al modelo de un nuevo guineoecuatoriano.

  2. …» a pesar de que desde el s. XV, dicen que descubrieron América y colonizaron a muchos países con negros entre otras muchas razas.» En esta frase radica mucha de la imprecisión y de los errores que se pueden encontrar en las apreciaciones de este texto. En América no había negros hasta que fueron llevados a la fuerza como esclavos. La colonización hispana en América, comenzada a finales del siglo XV, fue muy diferente al caso de Guinea Ecuatorial, que es más semejante a las colonizaciones europeas del siglo XIX. Entiendo el sentido de reproche que hace el autor, pero me parece un tanto injusto y forzado porque en la sociedad civil contemporánea española rara vez se han integrado poblaciones de personas negras. Quiero decir que no han sido significativas en número comparando con otras aportaciones, como sería el caso de las emigraciones latinas de los años 80 y 90. Estas personas proceden de las llamadas en el texto ex «colonias americanas» españolas y si bien es cierto que son los menos los que ahora puedan ocupar esos altos cargos o profesiones tan cualificadas con las que se compara a España con otras ex potencias occidentales coloniales, sí que podrán ver médicos, enfermeros, abogados, trabajadores en comercios… de esa procedencia. Existe un caso de integración en la sociedad civil española de un colectivo negro, en las minas de El Bercio, los caboverdianos que fueron a trabajar a ellas han acabado tan asimilados que sin olvidar sus orígenes se consideran parte de la vida e historia española de esa región. A propósito, Valdo era de esa comunidad y jugó en la selección española en los años 1990. Ahora, sabrán, son bastantes los jugadores negros que han participado en la selección en estos últimos años (aunque no son de origen ecuatoguineano) y son muestra de la influencia de la emigración reciente en España. Por eso creo que el reproche es algo forzado e injusto, pues también hay gran culpa por parte del colectivo (muy minoritario) ecuatoguineano en esta lamentable ignorancia o desafecto entre España y su antigua colonia del Golfo de Guinea… Sin ir más lejos, el protagonista del texto Donato Ndongo – Biyogo vive en esa «contradicción». Se puede decir sin duda que es parte notable (yo sigo su trabajo y lo estudio) y excelente de la sociedad civil española, con su gran aportación académica e intelectual (que agradezco como español) en nuestro país, pero él ha decidido no obtener la nacionalidad española (cosa que adquiere esa emigración mencionada) o la doble nacionalidad como, en el fondo, una manera de desafecto o crítica hacia España y su sociedad civil. También entiendo su decisión, en línea con el reproche de este texto, pero igualmente creo que no ayuda a evitar eso que se denuncia. Su reconocimiento y prestigio académico y profesional es muestra -también- de que sería posible más casos como el suyo. Por mí encantado de tener profesores, artistas, médicos, políticos, escritores…etc de origen guineano. Pero parece que la compleja y poco atendida con sincero interés relación entre los dos países, tanto en el pasado como en la actualidad, hace difícil esa «idílica» naturalidad de integración y aportación ecuatoguineana a nuestra sociedad…
    Saludos y gracias por dejar comentar.

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