Por Piere Notombe

El 21 de abril el vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Nguema Obiang Mangue, mantuvo una primera audiencia con el Embajador de Portugal en Guinea Ecuatorial, Frederico da Silva. Discutieron la posible cooperación entre los dos países. Frederico da Silva sugirió que Portugal brinde apoyo en temas relativos a la protección de los derechos humanos y en los problemas de los sectores de Defensa y Seguridad.

Estos dos sectores son de gran preocupación tanto para el gobierno guineoecuatoriano, los países vecinos y la comunidad internacional.

La situación relacionada con la protección de los derechos humanos sigue siendo de gran preocupación en Guinea Ecuatorial. La reorganización constante de las carteras gubernamentales clave del presidente Obiang Nguema durante mucho tiempo consolida el control de su familia sobre diferentes ámbitos en el país. La oposición en el país es inexistente debido a los duros métodos de represión ejecutados por la élite gobernante: algunos opositores han sido asesinados, mientras que otros permanecen en prisión o en el exilio. Las protestas siguen siendo raras debido a la mano dura de las fuerzas de seguridad, la amenaza de represalias y encarcelamiento.

Además, como señaló el grupo de expertos Crisis 24 de Garda, las relaciones tensas con los estados europeos aumentan los riesgos de discriminación contra las empresas extranjeras que operan en el país, incluso en las industrias de la explotación forestal, minería, logística y el petróleo y el gas. Es probable que esto tome la forma de retrasos en la concesión de permisos de procesamiento, el inicio de investigaciones de auditoría fiscal y la aplicación inconsistente de las normas de contenido local.

La discriminación contra ciudadanos de otros países es otra característica destacada del actual régimen gubernamental guineano. Muchos cameruneses han sido víctimas de la brutalidad policial cuando fueron detenidos de forma casi legal en las ciudades de Malabo y Bata en los últimos años.

Los sectores de Defensa y Seguridad también dejan mucho que desear. Los análisis de paz y seguridad señalan el lamentable estado de la infraestructura militar del país, que se hizo evidente durante la tragedia de la explosión de Bata en 2020. Además, un ataque en la terminal de GNL de Punta Europa, frente a Malabo en la isla de Bioko, en octubre de 2020, indica un alcance operativo y una capacidad crecientes de los asaltantes, en su mayoría con base en el delta del Níger, al tiempo que expone las deficiencias de seguridad en las instalaciones en tierra. El secuestro de tripulaciones de embarcaciones de apoyo más cercanas a sus bases aumenta día a día, y la infraestructura energética en la isla de Bioko se está convirtiendo en un objetivo oportunista.

Si bien el Embajador Frederico da Silva expresó el gran deseo de fortalecer la cooperación entre Portugal y Guinea Ecuatorial, su amable oferta demuestra principalmente las malas condiciones en el estado de Guinea Ecuatorial, en lugar de prometer una salida.

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