Convergencia para la Democracia Social de Guinea Ecuatorial (CPDS), ha recibido la noticia de que, a las 02h. de la madrugada de ayer, sábado, varios vehículos policiales llegaron a la urbanización de las viviendas sociales de Mondong, en Bata, donde viven, desde hace unos meses, varias decenas de familias sin recursos. Tras irrumpir en las viviendas, obligaron a sus ocupantes a salir al exterior y abandonar las casas, al tiempo que se llevaban detenidos a quienes oponían resistencia.
 
Las viviendas sociales en cuestión se construyeron, a medias, en el año 2010 y la empresa constructora china encargada de las obras dejó los trabajos y la urbanización quedó abandonada, tanto que los árboles, la maleza y los arbustos cubrieron las viviendas. El abandono era tal que suponía un peligro para la seguridad ciudadana ya que constituía una zona donde se ocultaban los delincuentes más peligrosos de la ciudad de Bata. Así pues, muchos ciudadanos, hartos de ver el estado de abandono y deterioro de la urbanización, y sin casa donde cobijarse, comenzaron a ocupar pacíficamente las viviendas abandonadas, realizando, por su cuenta, algunos arreglos, colocando puertas, ventanas y sanitarios.
 
La ocupación de esas viviendas, sin autorización gubernativa, se vio reforzada por el hecho de que un hijo del Vicepresidente de la República, según los vecinos, se hizo con un bloque entero, convirtiéndolo en propiedad privada. Tras las explosiones en el campamento militar de Nkoantoma, el día 7 de marzo último, que destruyó completamente las viviendas de los militares y edificios públicos y casas privadas de las inmediaciones del lugar del siniestro, algunos damnificados se sumaron a la ocupación. Desde entonces, corrían rumores de que las viviendas hoy desalojadas iban a ser destinadas a los militares.
 
El desalojo ha tenido un saldo de más de treinta detenidos, con destrozos en sus propiedades. Algunos vecinos afectados, que no han revelado su identidad, denuncian que agentes que participaron en la operación sustrajeron objetos personales de los residentes, como una batería de un taxi aparcado en el lugar, teléfonos móviles, televisores, ventiladores y ollas que contenían comida.
 
CPDS condena enérgicamente este desalojo violento contra unos pacíficos ciudadanos que, con la ocupación de las viviendas, no solo querían resolver un problema tan grave como la carencia de un lugar donde cobijarse, sino que, además, evitaban que tanta inversión hecha por el Estado se gastase sin utilidad alguna.
 
CPDS insta al Gobierno de Guinea Ecuatorial a permitir que sigan en las referidas viviendas todos aquellos que, por necesidad manifiesta y acuciante, ya se encuentran alojados en ellas, y ceder las restantes a los más necesitados, sin distinción de ideología política ni origen geográfico.
 
Malabo, 1 de agosto de 2021


LA COMISIÓN EJECUTIVA NACIONAL DE CPDS

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