El Instituto Nacional de Estadística (INE) de Guinea Ecuatorial ha revisado las previsiones macroeconómicas y prevé ahora un crecimiento económico del 1,3% este año, mejorando la previsión de una caída del PIB del 5,6%.
“Proyectamos que el PIB de Guinea Ecuatorial crecerá un 1,3% en 2022, impulsado por un aumento de la producción de gas, las actividades comerciales y la silvicultura, entre otros”, se lee en el informe de Perspectivas Macroeconómicas 2021-2022, consultado por Lusa.
En el primer trimestre del año pasado, el INE pronosticó que la economía crecería un 2,8 % en 2021, y que este año caería un 5,6 %, “pero después del año, mirando la evolución de la actividad económica mundial y de los distintos sectores de la economía nacional, se tiene un panorama más claro de cuál será la tendencia macroeconómica para 2021 y 2022”, justifica el instituto.
“Según las nuevas perspectivas, se estima que el PIB habría crecido un 2,6% en 2021 respecto al año anterior, dos décimas por debajo de la previsión anterior, debido a una realización menos optimista del PIB petrolero (3,3%), 1,4 puntos porcentuales menos que las proyecciones iniciales, aunque el PIB no petrolero debió crecer un 1,3%, es decir, 0,8 puntos más que la previsión inicial”, añaden los técnicos del INE.
Para este año, Guinea Ecuatorial prevé que el crecimiento del 1,3% “se vea apoyado por el aumento previsto de la producción de gas (14,6%), una evolución favorable de las actividades comerciales (4,1%), silvicultura y exploración forestal (30%) y transporte y comunicaciones (2,8%), con una expansión del PIB petrolero del 3,3% y del PIB no petrolero del 1,3%.
Guinea Ecuatorial prevé aumentar la producción de gas un 27,5% este año, a pesar de la caída de la producción de crudo, previendo que en 2021 la producción superará los 95 millones de barriles equivalentes de petróleo y, en 2022, debería alcanzar los 110,6 millones de barriles equivalentes, que es decir, la producción total de petróleo y gas medida en barriles.
Entre los principales riesgos para estas previsiones, el INE identifica la evolución desfavorable de la pandemia, en concreto, nuevas variantes como Ómicron, que “podrían condicionar la actividad económica mundial, agravar las restricciones al transporte y, en consecuencia, afectar a la demanda de materias primas” y, por otro lado, el valor medio del barril, que deberá estar por encima de los 70 dólares en 2022.
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Lusa/Fin