Prof. Celestino Okenve
Hoy dia 16 de agosto de 2022, la prensa de la dictadura guineana nos sorprende con esta noticia:
«El lunes 15 de agosto, el Presidente de la República, S. E. Obiang Nguema Mbasogo, ha presidido la solemne ceremonia de inauguración de la Catedral Metropolitana de Malabo, en presencia de una alta delegación de la Santa Sede«.
¿A qué catedral se refieren que han inaugurado?. Pues resulta que se refieren a la catedral de Malabo de toda la vida, la catedral gótica de la plaza de la Independencia, cuya construcción se inició a finales del siglo XIX.
Una catedral no puede ser inaugurada estando construida, no se inauguran obras ya hechas sino las obras nuevas.
La información del régimen dictatorial continua diciendo: «Las obras de rehabilitación de la Catedral Metropolitana de Malabo, con un valor superior a los 9 mil millones de francos cfas, han sido realizadas en la totalidad de las zonas de la iglesia, como en sus respectivos anexos sur y norte, las zonas de los coros, las torres, el cuerpo central, los techos, el cuerpo del reloj y todos sus componentes y accesorios de la misma, incluyendo el mobiliario, ya que todos estos aspectos quedaron destruidos por el devastador incendio»
Para esa falsa inauguración se invitó al Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, el equivalente a ministro de Asuntos Exteriores del Estado del Vaticano. También estuvo presente, el Nuncio Apostólico de su Santidad para Camerun y Guinea. Obiang aprovecha cualquier cosa para hacer un acto con su presencia y con mucha fanfarria.
Como curiosidad nada desdeñable, en la noticia aparece el dictador sosteniendo la banda de inauguración, que es cortada por el enviado del Vaticano, al lado de la mujer del dictador, ambos en el centro, mientras el dictador aparece fuera del centro. Ya sabemos ahora quién manda realmente en Guinea.