Por: Salvador Ezequiel Echek

Vicepresidente de Unión Popular

En varias de las naciones del mundo se practica la democracia, término que hasta la fecha se implementa de varias formas, siendo la democracia bipartidista la que parece que les funciona mejor.

Nuestro país, Guinea Ecuatorial, en cambio está en el limbo, sin que la población sepa qué tipo de democracia se ejerce. Pero lo cierto es que tenemos una Constitución que dice que ‘Guinea Ecuatorial es un Estado de democracia y pluralismo político’. Aquí nace la confusión del pueblo que se queda atónito, cuando ve que todo va hacia el culto al Señor Obiang Nguema. Siendo así, lo más acertado es decir que nuestra democracia está en la persona de Obiang, vestida de multi-partidismo, a quien ninguna ley  puede derogar ni nadie puede cuestionar sus actuaciones en el ejercicio de sus funciones como Jefe de Estado.

Nuestro país está siendo gobernado mediante la furia, la represalia o la venganza del señor Obiang hacia todo aquel que se oponga a su ‘modus operandi’, cosa que a otra escala copian a su vez otros “partidos políticos”  que existen dentro del país.

El señor Obiang encarna los tres poderes del Estado, incluso hasta el cuarto poder (la prensa y/o medios de comunicación) que se supone que está para informar sobre hechos reales, guste o no al poder, pero no es el caso en Guinea, pues calla lo que le imponen. En cuanto al Legislativo, ve los asuntos y aprueba la ley que quiere Obiang. El Ejecutivo verifica el cumplimiento de las ordenanzas y aprueba las que autoriza Obiang; el Judicial enjuicia delitos y dicta las sentencias que ordena Obiang.

Cuando Severo Moto, del Partido de Progreso, arremetió contra Obiang sobre su forma de gestionar la política del país, el señor Obiang se enfurece y toma la represalia encarcelándole como venganza, pero lo curioso es que el poder judicial va más allá ilegalizando, por orden de Obiang, al Partido de Progreso, en vez de sentenciar solo a Severo Moto como autor de un crimen que, en este caso no cometió.

El partido político Unión Popular rehusó participar en la redacción de la reforma de la Constitución en 2011 en la Isla de Annobon, por considerar que se debía consensuar antes el modo de trabajo y puntos a reformar; esto le enfureció a Obiang y tomó represalia designando a Alfredo Mitogo Mitogo presidente de Unión Popular, como venganza contra nuestro entonces presidente Daniel Darío Martínez Ayecaba. Curioso otra vez, ni el poder legislativo ni judicial se dignaron en hacer ver a Obiang que el gobierno se ejerce conforme a la Constitución; archivaron en sus cajones los documentos oficiales de recurso presentados por Unión Popular. No se puede tratar, es orden de Obiang.

El partido Fuerza Demócrata Republicana ha sometido sus expedientes, en numerosas ocasiones, al Ministerio del Interior, para su autorización tras cumplir con los requisitos. No pudo ser autorizado por orden de Obiang porque no puede haber dos partidos políticos en Mongomo. Claro está, al ser el fundador de ese partido Felipe Ondo Obiang de Mongomo.

Se juzga a unos miembros del partido Ciudadanos por la Innovación, CI, por supuestos delitos de orden público y un sin fin de males atribuidos, dando como resultado una sentencia, no solo contra sus militantes, sino inhabilitando al partido CI. Aquí cabe preguntar al poder judicial cómo las mismas o peores actuaciones de unos ‘hermanos militantes’ del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial, PDGE, no culminó con el cierre definitivo de PDGE, como se dictaminó con los partidos PP y CI. Son sentencias de furia, de represalia y de venganza de Obiang.

Nuestras instituciones, a saber: Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial, deben y tienen que estar funcionando de acuerdo a las exigencias de una gobernanza democrática basada en la Constitución, único instrumento que nos enseña a saber convivir, pese a las divergencias, y garantiza nuestra paz y Libertad. Todo fuera de la Construcción es anarquía, dictadura, tiranía, fascismo.

Malabo  14 de Diciembre de 2025

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