Transparencia Internacional (TI) ha publicado su informe internacional sobre la Percepción de la Corrupción y Angola aparece como el 38º país peor evaluado en una lista que abarca 180 estados y territorios, transportados, sin embargo, se coloca en la lista de los mejorados en comparación con el año anterior.
En un índice en el que cuantos más puntos obtienen los países, menos evidente es la percepción de la corrupción que recae sobre ellos, y más alto aparece en la lista, Angola aparece con 27 en el puesto 142 (en 180), estando sólo por delante de Mozambique, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial en lo que respecta a los países de habla portuguesa.
Hay que recordar que en su informe publicado el año pasado, referido a 2019, situaba a Angola en 19 posiciones, señalando como justificación el efecto de la llegada al poder de João Lourenço. Este año el país también aparece en la lista de los mejores, subiendo ocho puntos, hasta los 27.
En la subregión del África subsahariana, se coloca a los mejores como Seychelles, con 66 puntos, Botsuana, con 60 puntos y Cabo Verde, que alcanza 58 puntos, mientras que los peores son Guinea Ecuatorial y Sudán, con 16 puntos, Sudán del Sur, con 12 y Somalia, también con 12.
Entre los países de habla portuguesa, Portugal ocupa el puesto 33, seguido de Cabo Verde (41), Santo Tomé y Príncipe (63), Timor Oriental (86), Brasil (94), Angola (142 y 27 puntos) , Mozambique (149), Guinea-Bissau (164) y Guinea Ecuatorial (174).
Los 10 menos corruptos son Dinamarca y Nueva Zelanda, con 88 puntos, por delante de Finlandia, Singapur, Suecia y Suiza (todos con 85), Noruega (84), Países Bajos (82) y Alemania y Luxemburgo (ambos con 90) .
Los 10 más corruptos son Somalia y Sudán del Sur, ambos con sólo 12 puntos, Siria (14), Yemen y Venezuela (ambos con 15), Sudán y Guinea Ecuatorial (ambos con 16), Libia (17), Corea del Norte, Haití y la República Democrática del Congo (todos con 18).
Corrupción y Covid
En este informe, un grupo informático hace hincapié en la cuestión del impacto de la corrupción en la lucha contra la pandemia de Covid-19 en diferentes países, concluyendo que esta lucha se ve fuertemente erosionada por la corrupción.
Entre los efectos de la corrupción en los esfuerzos nacionales para combatir la pandemia se encuentra la disminución de los fondos destinados a esta lucha y sigue sin preocupar el hecho de que a lo largo de los años este tipo de delito ha debilitado los sistemas nacionales de salud con efectos devastadores en su capacidad actual frente al nuevo coronavirus.
Este documento muestra que los inocentes de vidas se habrían salvado si no fuera por el efecto perverso de la corrupción en la capacidad de los países para hacer frente a la infección. NJ
Angola24horas