Por José Eugenio Nsue
Cuando afirmamos que el régimen criminal de Obiang ha secuestrado y se ha adueñado de todas las instituciones del país, no es ninguna exageración; es tan cierto como que el suscribiente es negro. En efecto, todas las administraciones del Estado así como las instituciones, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado están todos absolutamente al servicio de la familia Obiang; a ella sirven, obedecen y ante ella rinden cuenta exclusivamente.
Como el pueblo le trae al pairo, le tiene sin cuidado, le importa un rábano; no solo no piensa en él ni en sus pobladores por eso todas sus iniciativas, sus recomendaciones y sus actuaciones van siempre en contra del pueblo y de los ciudadanos de Guinea Ecuatorial; lo único que le importa es su bienestar y su enriquecimiento. Todas las leyes, la Constitución así como los Tratados suscritos no son más que una cortina de humo, puro maquillaje, unos adornos y justificación ante la Comunidad Internacional cuando los pasa por el foro.
Otro ejemplo más del ninguneo de este régimen con los derechos de los ciudadanos guineanos y la falta de respeto a las leyes, es la negación del embajador de Guinea en Madrid, Miguel EDJANG ANGUÉ de expedirle un pasaporte al señor don Severo Moto Nsa. Como consta en la instancia que don Severo dirigió al embajador a quien trata y se dirige con todos los calificativos y distinciones típicos de las monarquías absolutistas y regímenes totalitarios (que les gusta que se les adulen y los encumbren con honores que no se merecen): «Embajador Extraordinario y plenipotenciario»; «Excelentísimo señor»; «Tengo el muy alto honor de…»; ”Es gracia que espero alcanzar de la bondad de V.E., cuya vida Dios guarde muchos años «; «Reciba Excelencia, mi más alto respeto y consideración», solo para pedirle que como guineano, le expida un pasaporte porque está decidido a regresar a su país de nacimiento; eso sí, el escrito está hecho en un español perfecto solo apto para los que han pasado por la universidad y ésta por ellos.
Cualquiera con un par de dedos de frente puede imaginar la respuesta del representante de Obiang y el PDGE en España, no de la República de Guinea Ecuatorial: «AQUÍ NO ATENDEREMOS A LOS EXILIADOS Y POLÍTICOS DE OPOSICIÓN; ATENDEREMOS A LOS CIUDADANOS ECUATOGUINEANOS». Como lo oyen. Para los diplomáticos guineoecuatorianos que se supone que están al servicio de todos los ciudadanos nacidos de un país al que representan, pero en lugar de eso, se dedican a cumplir y hacer estrictamente lo que les dicen los miembros de la familia real de Akoakam; ¿y qué dice la familia real?:
- Que todos los que no se comulgan con la ideología satánica de PDGE, no son guineanos;
- Todos los que se declaran opositores al régimen, se postulan para gobernar este país y por lo tanto echar al poder a los Obiang, automáticamente dejan de ser guineanos;
- Todos los que critican la actuación y los comportamientos perniciosos tanto del monarca, su familia así como todos los familiares y parientes, no son guineanos;
- Los que han salido a buscarse las habichuelas fuera del país y hayan adquirido la doble nacionalidad, dejan de ser guineanos.
En definitiva, Obiang y su familia son los dueños absolutos del país. Son los que dan y quitan la nacionalidad como quieren y cuando quieren; son los que dicen qué hacer, cómo hacerlo y cuándo mientras que todos los secuaces que les rodean; llámese Ministros, Secretarios generales, Directores, Diplomáticos, Diputados, Senadores así como el Ejército, son unos simples mandados, unos servidores no públicos sino de la familia real de Akoakam; son unos cortesanos.
Se suponía que esto se había quedado claro desde hace más de 4 décadas; intentar utilizar los procedimientos administrativos legales como dirigirse formalmente a una embajada o consulado para pedir legalmente un servicio que en derecho les corresponde a los ciudadanos como en los países homologables cuando sabemos que Guinea Ecuatorial no es un país, es el coto personal de los Obiang, y los guineanos no son ciudadanos, son súbditos del clan de los Obiang; es ser o muy generoso o muy ingenuo. Ni la administración guineana sirve a los guineanos, ni las instituciones están a su servicio.
Otra prueba de que los Obiang son los dueños absolutos de su coto que se llama Guinea Ecuatorial, es la sobreactuación que está desplegando el actual Putin del país, el Presidente de facto, Teodorín, estos días: no le hacen falta ni los Magistrados, ni el Parlamento, ni los Ministros de rango (Interior y Seguridad) para ordenar detener, encarcelar y hacer desaparecer a todos los jóvenes que tienen la desgracia de cruzarse con sus sabuesos; tampoco le hacen falta un mandamiento judicial, el Ministro de sanidad y consumo y el de la Defensa para mandar detener a los cultivadores de la marihuana, destrozar sus cultivos y quemarlos sin prever siquiera las consecuencias que pueden acarearles a los mandados por inhalar tanto de la droga quemada sin protección; o sea, él está en todo y nadie es capaz de toser, hasta muchos se mueren por asfixia por no respirar al paso de Nguema Obiang: VE MÀ, VE MÀ, VE MÀ, cantaría el llorado Maele (solo para mí, para mí y para mí).
Lo único que nos han demostrado el eterno ensayo de democracia de Obiang y su régimen que dura ya más de 34 años es que no puede haber ni otro líder que le haga sombra al clan, ni otro partido serio que eclipse al sindicato del crimen organizado, el PDGE; ni medios de comunicación abiertos y libres donde debatir y confrontar ideas, proyectos y programas y hacerse ver por el pueblo para sepa quién es quién. Quieren el monopolio político que disfrutan hasta ahora. Ahora el único político del país es Teodorín y nadie más.
Yo aconsejaría a don Severo Moto que en lugar de dirigirse al teledirigido y mandado embajador, que se dirija directamente al Tontorín, el hombre más fuerte actual del régimen y le engatuse con tanta pleitesía como con Miguel EDJANG, seguro que te haría caso y excepcionalmente autorice que te extiendan el pasaporte que te mereces como lo merecemos todos los hijos e hijas de este país.
Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?