Por Franck Bafeli
La población de Guinea Ecuatorial ha recibido recientemente muchas noticias sobre supuestos atentados terroristas, evitados por las fuerzas del orden y los organismos de seguridad del Estado.
Según informes oficiales, a mediados de septiembre se evitó un atentado terrorista planeado por la llamada Coalición de Líderes de la Oposición Ilegal de Guinea Ecuatorial (COALIPGE) en Malabo y Bata. El objetivo del plan era sembrar el terror en Malabo y Bata mediante acciones que llamaran la atención internacional sobre los actos delictivos cometidos en el país y convirtieran en héroes a los miembros del grupo. La fecha de los atentados se fijó para el 29 de septiembre.
La acción inadecuada consistió, por un lado, en formar un grupo de 20 hombres para volar cuatro gasolineras simultáneamente, dos en Malabo y dos en Bata. Y por otro lado, atacar a los miembros del gobierno en sus casas. El Primer Ministro de Guinea Ecuatorial iba a ser el objetivo principal. También se planeó atacar algunas embajadas con sede en Guinea Ecuatorial.
Mientras tanto, la organización de derechos humanos ecuatoguineana «Somos+» denunció el 18 de septiembre la detención y desaparición de al menos seis activistas en el país y pidió al régimen de Teodoro Obiang que pusiera fin al «terrorismo de Estado».
Según el informe presentado al público por «Somos+», los activistas fueron secuestrados por las autoridades. Esta información se confirmó después de que miembros de la organización de derechos humanos revisaran todas las comisarías de Malabo. Resultó que los activistas desaparecidos no figuran en ninguna lista de detenidos y se desconoce su paradero.
Sin embargo, todo indica que los atentados fueron fabricados por el gobierno de Guinea Ecuatorial. El régimen de Obiang se ha vuelto loco con sospechas de conspiraciones cuya existencia es dudosa. Estos ataques imaginarios son una forma de justificar la persecución de la oposición que ha acompañado la vida política del país a lo largo del medio siglo de Teodoro Obiang en el poder. Muchos expertos temen que las próximas elecciones presidenciales, parlamentarias y municipales, que se celebrarán en el país el mes que viene, empeoren la situación de los derechos humanos en Guinea Ecuatorial.