Una felicidad en la inconciencia.
Y es ahí que hay que ir para ser feliz,
pero ya es demasiado tarde,
corrió la verdad detrás de mí.
Mira ahora lo que somos
entre poder, dominar, y querer,
dos ideólogos, rivales y miméticos
luchando contra la distancia…
Se ha ido Julio contigo,
y otro mes que viene y no estás.
He querido tenerte, pero veo que
lo que se ama no se tiene.
Triste juventud de un futuro glorioso
y las piedras pesan en mi bolsillo
y te has ido Julio y contigo algo de mí.
¿Será que no me amabas o será que pesan las piedras?
¿Julio? Dime…
Ya te vas para no volver,
¿Por qué te gusta hacerme sufrir allí y aquí?
Si es usted que me hizo nacer y deshacer,
sobre todo, cuando usted conjuga el verbo poder.
Maligno placer de una vida de dependiente,
de esa prisión que llaman corazón,
del dolor entre distancia y cercanía,
con las que ambos luchamos
por una libertad íntima y nostálgica.
Ya te vas para no volver;
Amor oculto serás, Julio;
porque todo lo que se ama no se tiene,
y todo lo que no se tiene, se muere al final.
Kez’zo